Desde hace un tiempo, viviendo solo la pandemia al otro lado del atlántico, he optado por escuchar la radio colombiana en el fondo de mi rutina. Lo hago para informarme, pero también porque de alguna manera se siente conocido, familiar. Es el mismo sonsonete de aquellas mañanas de fin de semana en las cuales, todavía con corta edad, me levantaba temprano, alistaba la maleta y salía con mi papá, y ocasionalmente también con mi mamá y mis hermanos, a las canchas de un colegio campestre en donde se jugaba la liga de fútbol de Bogotá. El sonido era el mismo en la casa y en el carro y, a pesar de que ha pasado una buena cantidad de años desde entonces y estoy seguro de que las personas que hablan no son las mismas, también es el mismo que hoy suena en mi sala. También es el sonido de los viajes a la universidad en bus, de algunas salas de espera o de las tiendas de barrio instaladas por lo general en casas residenciales y tan comunes en las urbes latinoamericanas.

En los últimos días, lo que se escucha en la radio ha llamado mi atención un poco mas que de costumbre. Al parecer, en medio de las grandes coyunturas y debates que se están dando actualmente en el país, uno de gran relevancia parecer ser sobre la definición de un número. En realidad, parece ser un gran logro o, como tal vez algunos dirían, un paso mas hacia el desarrollo. Parece ser que por fin en Colombia se están dando las discusiones que son. Quizás después de definir apropiadamente los números pasemos a hablar de física, filosofía, ética y, por qué no, de música. Pareciera que ahora si estamos por el camino correcto.

Lo raro es que parece que todas las energías están enfocadas en definir un número. No los números, en todas sus formas y expresiones. No. El debate es sobre solo uno. Cuando la intriga me levantó de mi trabajo, decidí hacer la tarea e investigar algo al respecto. Para mi decepción, la búsqueda resultó poco interesante. Es un número par, no es primo (así como todos en el pueblo) y los romanos ya podían escribirlo. Los mayas también, claramente, pues su sistema numérico vigesimal fue bastante avanzado.

A una de las periodistas le oí decir que el debate no era sobre la definición del número sino sobre su uso y eso simplemente terminó por confundirme mas. Bueno, supongo que, en su forma mas primitiva, pero también como su esencia principal, los números nos los inventamos para contar. Contar ovejas, vacas, días, plantas y estrellas. También para contar personas, claro, pues desde los tiempos mas remotos de la civilización, por allá en el Medio Oriente y el norte de África, o incluso mas al sur y mas atrás en el pasado, ha sido necesario contar cuántos somos. Y de la misma manera, incluso con mayor importancia, también cuántos faltan.

Prohibido olvidar.